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Una parte que nos encanta de nuestro trabajo es presentar nuestros proyectos terminados en sociedad, una manera de conocer nuevas caras que se acerquen a curiosear y al tiempo volver a ver rostros conocidos en una trayectoria que alcanza ya su cuarto año de andadura. Estas fiestas de presentación se llevan a cabo en nuestro showroom de elche, un espacio multipropósito que albergaba anteriormente nuestro bar y tienda de ropa, sirviendo ahora solo la función de oficina y logística.
No obstante, en fechas concretas, nuestro Showroom vuelve a convertirse en todo un punto de reunión de la comunidad motera clásica durante estas presentaciones, las cuales convocan a tal número de gente que llenan el local durante horas. Habitualmente, Tamarit ofrece un pequeño refrigerio a los asistentes para ir acompañando la abundante cerveza (entre otras bebidas) que se sirve durante estos señalados eventos.
Como si se tratara de un ritual, en el showroom Tamarit la moto permanece cubierta por una tela durante la velada, solo para ser descubierta en un momento en concreto, cuando se llama al cliente y dueño de la moto para que haga los honores para deleite de todos los presentes.
Una de las características mas marcadas cuando hay una celebración en nuestro Showroom Triumph es la cantidad de motos neoclásicas que se dan cita en los alrededores de la tienda. Al ser una zona de difícil aparcamiento, muchas veces tenemos que solicitar a la Policía Local el habilitar un parking de motos de circunstancias para todas las máquinas allí presentes, pero incluso así muchas veces nos hemos visto desbordados por la afluencia de Triumphs y otras motos, y la calle de Tamarit se convierte en una exposición improvisada de motocicletas de corte neoclásico con todo el rugido de motor que ello conlleva, desde aquí nuestra humilde disculpa a nuestros vecinos de inmueble.
Estas reuniones han dado lugar a episodios de lo mas curioso y variopintos. Por ejemplo, durante una de tantas fiestas de presentación, hemos visto como en mitad de un concierto de música en directo, uno de los asistentes tuvo a bien pedirle matrimonio en mitad de todo el revuelo, afortunadamente con respuesta positiva.
Sin embargo, no todas las sorpresas en nuestro showroom son agradables. Durante una de las últimas presentaciones de proyecto en el verano de 2018, una clienta se quedó atrapada en el baño de señoras al haberse encajado el mecanismo de cierre de la puerta. Hubo que llamar a los Bomberos, e incluso ellos, estuvieron a punto de agotar las soluciones "pacíficas" y justo antes de entrar a romper con las herramientas hidráulicas la puerta se dio por vencida y se abrió. Una batallita más para el libro de recuerdos de Tamarit Motorcycles.