No es oro todo lo que reluce
En Tamarit Motorcycles, nuestras motos son producidas de una en una con una alta calidad como la de cualquier marca premium del mercado. El resultado estético de nuestras motos asombra a un gran número de personas del sector del motor.
Una de las técnicas que venimos a contar hoy, es el cromado o proceso de electrólisis. Se trata de un proceso químico que deja las piezas de nuestras motocicletas brillantes como un espejo. Este proceso nos diferencia y nos posiciona como una marca de motos premium.
¿Cómo se hace el cromado de una pieza?
Proceso de cromado o Electrólisis
Si buscamos en el diccionario qué es el proceso de electrólisis, se dice que es: “Método que relaciona alguna de las magnitudes eléctricas que caracterizan el circuito electroquímico con la concentración de una sustancia que reacciona o puede reaccionar en los electrodos”.
Lo que pretendemos con estos textos no es aburrir con toda la parte de química del proceso, sino explicar el trabajo artesanal que realiza Tamarit sobre sus piezas.
Pulido, lo más importante
Artesanía química
Se puede cromar todo, desde la más insignificante tuerca hasta el chasis completo de una moto. Lo más importante del proceso es el pulido, un trabajo manual de cientos de horas. El cromado de un chasis puede llevar una semana de una persona para dejarlo perfecto.
¿Qué es pulir? Pulir es limpiar y, claro, no es lo mismo pulir una pieza pequeña que un chasis completo. Para pulir una pieza pequeña, normalmente se utiliza una radial. Para pulir un chasis se utiliza una pulidora industrial. En Tamarit contamos con una pulidora industrial, donde parte de nuestro equipo pasa cientos de horas puliendo piezas de nuestras motos.
No podemos banalizar el proceso del pulido como la limpieza de una pieza. Cuando hablamos de pulir, hablamos de manos muy finas. Cualquier punto, agujerito de nada o soldadura mal hecha; generaría lo que en la jerga se conoce como “cráter”, si en ese cráter se metiera ácido o agua, hay que repetir todo el proceso.
Este proceso manual de cromar, niquelar o latonar una pieza, lleva ciento de horas de trabajo manual y artesanal. Según nuestra experiencia, cromar un chasis, es el trabajo de una persona durante una semana entera.
Siguientes pasos
La magia de la química
Usamos este proceso en distintos materiales: aluminio, hierro y plástico. En cada material, las técnicas aplicadas son distintas.
Básicamente, todas son sometidas al proceso de ultrasonidos en una piscina donde se decapa, limpia, desengrasa y amalgama con procesos químicos distintos para cada material.
En una segunda etapa se da un baño de níquel, en algunos casos con cobre alcalino y, en el caso del plástico, con paladio mordentado para que se convierta en una pieza metálica. Para finalizar el proceso, se somete la pieza a un último baño que puede ser en cromo, níquel, latón u oro.
El último paso es clave y donde se ve el resultado de cientos de horas trabajadas.
Oro, latón, níquel, bronce o paladio
Materiales preciosos y no preciosos
En el último paso, donde la electricidad hace la magia al conseguir que los metales preciosos se adhieran al hierro, aluminio o plástico, son materiales “preciosos” de verdad. Como dato curioso, cuando se quiere hacer algo en oro, se introduce oro líquido de 24 kilates en la piscina de trabajo para conseguir este resultado.
El resultado, la mayor satisfacción
Marca de la casa
En nuestra filosofía de trabajo, hacemos mucho hincapié en el esfuerzo. Todo esfuerzo tiene una recompensa y estos trabajos manuales que están desapareciendo, son los que desde Tamarit queremos recuperar.
Como cualquier cosa que cuesta, el resultado es maravilloso. El resultado, después de tantas horas invertidas, es lo que hace que queramos hacer motos cromadas todo el tiempo. Amamos lo que hacemos y este es el secreto de nuestro éxito: esfuerzo, constancia y trabajo duro.
En esta moto, 116 Vaélica, podemos apreciar una combinación de piezas en niquelado grafito con otras mecanizadas en latón.