La Bodega Belondrade nace de la mano de la familia Belondrade, de origen francés, que llegan a España con la intención de revolucionar el mercado español con la aparición de sus vino blanco: Belondrade y Lurton. Esta empresa fue fundada en 1994 con la idea de traer las técnicas borgoñas a la uva Verdejo del municipio de La Seca, en Valladolid. Así comenzaba una de las bodegas más importantes en nuestro país y que actualmente cuenta con una certificación ecológica.
El sueño del fundador, Didier Belondrade, de las Bodegas Belondrade no era otro que el de elaborar un vino blanco que fuera conocido como uno de los mejores vinos de España. En 1994 comienza su andadura con la instalación en Nava del Rey, con su apuesta por el terroir de la meseta castellana y el verdejo. Por primera vez, en 1996 sale a la luz Belondrade y Lurton, gracias a la excelente acogida que tuvo por parte del consumidor, consigue llegar con este producto a los mercados japoneses y americanos. Esto solo hizo que asentar su nombre entre los mejores.
Tres años después, el proyecto Belondrade seguía creciendo, esta vez con la adquisición de viñedos propios. Dichos viñedos serían conocidos como la finca Quinta San Diego, donde se agrupan las cuatro primeras parcelas. En el año 2000 llega un nuevo vino, Belondrade Quinta Clarisa, que marcó un nuevo giro en el futuro de la Bodega Belondrade. Después llegaría Belondrade Quinta Apolonia, una visión varietal pero atípica que combina frescura y estructura. El desarrollo de fermentaciones espontáneas era algo inevitable en el desarrollo de la bodega, por eso, en 2007 se presentaba el primer vino 100% fermentaciones espontáneas.
Algo que la familia Belondrade lleva practicando desde el comienzo es una viticultura sostenible que ayude a fomentar y preservar la biodiversidad de la finca Quinta San Diego. En 2010 obtuvieron el certificado ecológico que hace oficial su interés por una expresión más natural del terroir de La Seca. La Fundación Belondrade “Arte y Vino” se crea en 2015 como iniciativa del fundador de la bodega con la intención del acercar el mundo del arte y el vino al resto de la sociedad. La Bodega Belondrade sigue expandiéndose y en 2016 adquieren dos parcelas más para mejorar la diversidad y el carácter que los ha hecho llegar tan lejos.
A lo largo de la historia de la bodega, han lanzado tres vinos diferentes que han ayudado a la marca a posicionarse como una de las mejores.